Crononutrición: sincronizar la alimentación con los ritmos circadianos para mejorar tu bienestar
LG
¿Sabías que no solo importa lo que comes, también cuándo lo haces?
Ésta es la base de la crononutrición, una ciencia relativamente nueva que está revolucionando la forma en la que entendemos la alimentación y su impacto en la salud. Nuestro cuerpo no funciona igual en todos los momentos del día, por lo que alinear nuestra alimentación con nuestros ritmos biológicos puede ser una poderosa herramienta para mejorar el bienestar general y el equilibrio hormonal.
¿Qué es la crononutrición?
La crononutrición es la ciencia que estudia la relación entre los ritmos circadianos y la alimentación. Estos ritmos regulan funciones esenciales como el sueño, la digestión, la temperatura corporal, la producción hormonal y la regeneración celular.
Estos ritmos internos no solo responden a la luz solar, también a señales como el horario en el que comemos. Comer en sintonía con nuestros ritmos circadianos puede favorecer una mejor digestión, optimizar el metabolismo, mejorar el descanso y regular la producción hormonal. Por el contrario, seguir unos horarios caóticos pueden generar desequilibrios que a largo plazo afectan la salud física y emocional.
¿Por qué es especialmente relevante para la salud hormonal femenina?
Los ritmos circadianos y las hormonas femeninas está muy relacionados. Nuestro cuerpo está diseñado para funcionar con un ritmo, un “reloj biológico” que responde a señales externas como la luz solar y la comida. El eje circadiano regula, entre muchas otras cosas, la secreción de hormonas como el cortisol, la insulina, la melatonina, estrógenos y progesterona.
En el caso de las mujeres, estos ritmos se entrelazan con los ciclos hormonales mensuales. Durante el ciclo menstrual, las concentraciones de estrógeno, progesterona y otras hormonas fluctúan, influyendo en el apetito, el estado de ánimo, la energía, el sueño y la sensibilidad a la insulina. Si los ritmos circadianos están alterados, por malos hábitos de sueño, horarios de comida irregulares o estrés crónico, se puede producir un desequilibrio hormonal que impacta directamente en la salud metabólica, el ciclo menstrual, la fertilidad, e incluso en la aparición de síntomas premenstruales o menopáusicos.
La crononutrición ofrece una forma de alinearnos con este ritmo biológico, respetando no solo las señales del cuerpo, sino también sus necesidades según el momento del día, y todo esto puede audarnos a:
• Regular el cortisol, la hormona del estrés, cuya producción es naturalmente más alta por la mañana.
• Estabilizar los niveles de insulina y evitar picos de glucosa en sangre, que impactan directamente en el equilibrio de estrógenos y progesterona.
• Mejorar la producción de melatonina, la hormona del sueño, que también está vinculada al metabolismo y a la salud reproductiva.
• Favorecer un mejor funcionamiento de la tiroides, clave en la regulación del peso, la energía y el estado de ánimo.
¿Cómo aplicar la crononutrición en la vida diaria?
No se trata de seguir una dieta estricta, sino de alinear la alimentación con los ritmos naturales del cuerpo. Aquí te comparto algunos principios básicos de crononutrición aplicados al bienestar femenino:
1. Al levantarnos lo ideal es tener un primer contacto con la luz solar para dar comienzo al día. Se recomienda esperar en torno a una hora tras despertarnos para tomar el desayuno. La mañana es el mejor momento para consumir alimentos ricos en energía, proteínas, grasas saludables y carbohidratos complejos. Nuestro metabolismo está más activo y la sensibilidad a la insulina es más alta. Un buen desayuno ayuda a regular el apetito durante el día y mejora el estado de ánimo.
2. Alrededor del mediodía, el cuerpo alcanza su pico de actividad digestiva y hormonal. Es ideal que la comida principal del día se realice entre las 12-14 h, con alimentos nutritivos, completos y equilibrados: proteínas, grasas saludables, verduras, frutas y cereales integrales.
3. A partir de las 18-19h el cuerpo comienza a prepararse para el descanso. Tomar una cena ligera y evitar hacerlo muy tarde favorece la calidad del sueño y evita alteraciones en la melatonina y en la digestión. Una cena ligera no quiere decir que no sea nutritiva, lo ideal en este caso es tomar verduras y hortalizas junto con proteínas. Es recomendable cenar un par de horas antes de acostarnos e intentar hacer un descanso digestivo nocturno de alrededor de 10-12h entre la cena y el desayuno.
4. La ingesta de alimentos por la noche interfiere con los procesos de limpieza y regeneración celular que ocurren mientras dormimos. Además, altera la producción de hormonas clave como la leptina y la grelina, que regulan el hambre y la saciedad. Una cena saciante y alinear nuestra alimentación con los ritmos circadianos puede ayudarnos a evitar hacer picoteos durante la noche.
Crononutrición y ciclo menstrual: una alianza poderosa
Durante las distintas fases del ciclo menstrual, las necesidades energéticas y hormonales de la mujer varían. La crononutrición puede adaptarse a estas fases para potenciar aún más sus beneficios:
• Fase folicular (días 1-14): el cuerpo es más sensible a la insulina. Es un buen momento para priorizar alimentos energéticos, carbohidratos complejos y ejercicio moderado.
• Fase lútea (días 15-28): aumenta el apetito y disminuye la tolerancia a los carbohidratos, priorizar proteinas y grasas saludables. Es clave respetar el hambre real, incluir alimentos ricos en magnesio y vitamina B6 y mantener las cenas temprano para mejorar el descanso y la regulación emocional.
Conclusión
La crononutrición nos puede ayudar a mejorar nuestra salud y bienestar, alimentarnos en los momentos del día en los que el cuerpo está mas preparado para digerir los nutrientes puede optimizar el metabolismo, ayudarnos a mejorar la energía durante el día, la calidad del sueño, la digestión, los ciclos menstruales...
En las mujeres, comprender y aplicar los principios de la crononutrición puede ser clave para mantener un equilibrio hormonal óptimo y promover el bienestar físico, mental y emocional a lo largo de las distintas etapas de la vida.